Bajo presión: cómo mantener la confianza cuando se busca trabajo

Bajo presión: cómo mantener la confianza cuando se busca trabajo

¿Compruebas constantemente tu teléfono mientras esperas la respuesta de posibles empleadores? Con todos los rechazos que has recibido, así como con los que no has recibido ninguna respuesta, quizá te preguntes si tus solicitudes son lo suficientemente buenas. ¿Es que estás apuntando demasiado alto? ¿Quizá tu CV no destaca lo suficiente tus habilidades? Mientras esperas la respuesta, la duda se apodera de ti y empiezas a preguntarte por tu verdadera posición en el mercado laboral. Pero, ¿por qué la búsqueda de empleo afecta tanto a la autoestima? ¿Y cuál es la mejor manera de mantenerse positivo y confiado?

Por qué la búsqueda de empleo puede ser dura para tu autoestima

La autoestima es subjetiva

Determinar tu valor puede resultar extraño al principio, pero todo el mundo lo hace constantemente. Los seres humanos siempre han tenido este instinto de supervivencia para comprobar su lugar y valor dentro de los grupos y comunidades. De este instinto surge la autoestima, que puede definirse como el juicio que haces de tu valor. La Asociación Americana de Psicología la define como “la imagen física de una persona de sí misma, la visión de sus logros y capacidades, y los valores y el éxito percibido al vivir de acuerdo con ellos, así como la forma en que los demás ven y responden a esa persona”. Cuanto más positiva sea la percepción acumulada de estas cualidades y características, mayor será la autoestima.

Sin trabajo, no hay retroalimentación

La autoestima requiere que no sólo te evalúes y juzgues a ti mismo, sino que también confirmes tus conclusiones basándote en lo que los demás puedan pensar de ti. Algunas personas incluso se fijan mucho en lo que los demás dicen de ellas y se forman una opinión a partir de ahí. Pero cuando se está desempleado, a menudo hay poca o ninguna retroalimentación en la que se pueda confiar. Sin la opinión de los jefes, los compañeros o los clientes, no hay nadie que te diga que vas por el buen camino. Y como el reconocimiento de los demás es una parte fundamental de la construcción de la autoestima, la confianza cae en picado cuando se le priva de ello.

Sin trabajo, a veces puedes sentirte excluido

En una sociedad en la que el trabajo es lo más importante, estar en el paro es una tensión tremenda. La mayoría de la gente está acostumbrada a presentarse a los demás en función de lo que hace para ganarse la vida. “Hola, soy Chloe y estoy buscando trabajo” puede ser difícil de decir. Necesitamos que los demás reconozcan nuestro nivel de conformidad, que nos aseguren que somos similares y que nos digan que efectivamente encajamos. Por eso, estar en paro puede hacerte sentir como un extraño. Los demás pueden incluso presionarte. Esto puede afectar significativamente a tu autoestima.

El miedo al rechazo

Es difícil saber lo que vales cuando los principales evaluadores en la búsqueda de empleo -los reclutadores- a menudo no responden. Una respuesta negativa o la ausencia de respuesta a una solicitud puede resultar molesta y despertar un miedo natural al rechazo. Este miedo puede ser útil si, por ejemplo, te ayuda a perfeccionar tus solicitudes, pero también puede dejarle estancado. El miedo al rechazo puede llevar a una interpretación excesivamente negativa de los acontecimientos, como cuando se enfrenta a la falta de respuesta a sus solicitudes. En lugar de tener en cuenta el gran número de solicitantes, puedes pensar que no eres lo suficientemente bueno. Es importante recordar que si no te contratan, de entre quizás cientos de personas que se presentaron, no es un ataque personal y no te hace menos digno como persona.

Dudar de las propias capacidades y el miedo a ser desenmascarado

Cuando se busca un trabajo, es posible que se empiece a dudar de las propias capacidades. La posibilidad de experimentar el síndrome del impostor es muy real, sobre todo cuando las ofertas de empleo tienen una larga lista de habilidades requeridas. Experimentas el miedo a ser desenmascarado: “¿Y si el reclutador piensa que soy menos competente de lo que digo?”. Pero es una tontería pensar que los demás esperan que seas perfecto y lo sepas todo. Es normal sentir dudas, pero tienes que evitar que te paralicen. La duda te permite cuestionarte a ti mismo y evitar solicitar inútilmente trabajos para los que sencillamente no estás cualificado, pero eso no significa que debas desanimarte a la hora de solicitar trabajos que están dentro de tus capacidades. La duda es natural, siempre y cuando no te estés vendiendo mal.

La autoestima no es igual para todo el mundo: para algunos es estable y, para otros, más frágil. Por supuesto, lo que realmente te ha llevado a buscar trabajo es importante. El golpe a la autoestima puede ser aún mayor si lo que te llevó al paro fue un despido o algo similar y el daño puede prolongarse durante mucho tiempo. Estas dificultades también pueden ser peores si tus experiencias vitales recientes han sido especialmente duras, como ha ocurrido para muchos durante la pandemia. Así que aquí tienes algunos consejos para mejorar tu autocuidado durante la búsqueda de empleo.

Búsqueda de empleo: cómo tener algo de perspectiva y mantener la confianza

Mírate a ti mismo – y a tu valor añadido – de forma objetiva

Dado que la autoestima es una valoración subjetiva y, por tanto, potencialmente distorsionada, ¿por qué no buscar algo de objetividad hablando con un profesional? Hacer un balance de tu trayectoria y tus competencias con una persona neutral puede ayudarte a detectar las diferencias entre tu propia interpretación y los verdaderos hechos.

Completar una evaluación de habilidades o una revisión de la carrera también puede ser útil para obtener una imagen más clara. Contar con la ayuda de un tutor te permitirá hacer un balance de sus verdaderos activos y puntos fuertes. Otra forma de determinar tu valor en el mercado laboral es reunirte con reclutadores, cazatalentos o consultores de contratación. Ellos te darán un feedback útil sobre tu perfil, proporcionándote una perspectiva más clara e incluso nuevas herramientas para atacar el mercado laboral.

Acumula confianza pasando a la acción

Cuanto más esperes para actuar, mayor será tu miedo a hacerlo y más probable será que tu autoestima se resienta. Pasar una semana navegando por webs de empleo, sintiéndote desilusionado y miserable, no es bueno para tu moral. Poner las cosas en marcha te hará tomar conciencia de tu capacidad para cambiar tu situación y tu futuro. Dar pequeños pasos regularmente es muy útil para ganar un poco de confianza y orgullo. Puedes hacer que las cosas sucedan, paso a paso, fijándote objetivos alcanzables.

Además de completar las solicitudes, también puedes

  • Renovar por completo tu CV, tu perfil de LinkedIn y tu cartera, y hacer que los revisen amigos y familiares,
  • Ponerte en contacto con profesionales del sector o sectores a los que te diriges,
  • Reencontrarte con antiguos colegas y compañeros de clase, así como con otras personas de tus redes,
  • Investiga sobre cursos de formación en tu campo y quizás empieza uno en un nuevo idioma o en otra área que te interese,
  • Presenta solicitudes no solicitadas a organizaciones cuyas visiones coincidan con las tuyas.

Cualquier acción que emprendas que te proporcione resultados concretos, aunque sean pequeños, puede permitite recuperar el control y reforzar tu sensación de eficacia personal.

Aumenta tu estado de ánimo y tu autoestima con proyectos personales.

Si hasta ahora te sentías bien en el trabajo, es posible que la búsqueda de empleo te resulte especialmente difícil. Dado que la autoestima aumenta al experimentar la autoeficacia y el reconocimiento de quienes te rodean, es importante mantener actividades más allá del mundo laboral que te hagan sentir positivo y centrado. No te sientas culpable por salir a correr por la mañana mientras otros empiezan el día de trabajo. Recuerda que estas actividades pueden ser las que te mantienen en pie.

Hacer deporte, ser creativo, participar en diversas actividades sociales o incluso realizar trabajos puntuales puede ayudarte a mantener el ánimo. Muchos ámbitos de la vida pueden ayudarte a recordar tu valor como ser humano.

No te cierres: mantente abierto a las redes de apoyo

La vida es mucho más que el trabajo, así que es esencial que te cuides durante la búsqueda de empleo. Si te aíslas, puede que te protejas de la mirada crítica de los demás, pero también te estás privando de un feedback potencialmente útil. “Los juicios que hacemos constantemente sobre nosotros mismos sólo pueden ser informados por nuestra propia subjetividad, y eso es enormemente arriesgado”, dice André, advirtiendo sobre la percepción a veces errónea que puedes tener de ti mismo.

Las relaciones positivas, la sociabilidad y el tiempo que se pasa con los amigos pueden permitirte centrarte en tu autoestima mientras te cuidas. Por ejemplo, puedes acercarte a personas que están en tu misma situación, ayudaros mutuamente y quizás empezar a crear una red. Más allá de las oportunidades profesionales que esto podría abrirte, es una oportunidad para descubrir el valor que los demás ven en ti. Estar con tus seres queridos mejorará tu estado de ánimo y tu autoestima.

La búsqueda de empleo puede parecer un calvario, ya que hace aflorar tus miedos y fragilidades. Mantenerse ocupado y en contacto con otras personas es una buena manera de mantener la autoestima y no encerrarse en procesos de pensamiento negativos. Cuidar de uno mismo es especialmente importante durante la búsqueda de empleo. Es más, sólo puede tener un impacto positivo en la eficacia de tus búsquedas, ya que serás más accesible, abierto y dinámico si te sientes bien contigo mismo. También es importante estar atento a tus emociones y necesidades: sé amable contigo mismo mientras trabajas en tu autoestima. El camino hacia un nuevo empleo no siempre será fácil, pero recuerda que tienes recursos internos para superar cualquier obstáculo que encuentres en el camino.

 

Fuente: Welcome to the jungle

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