Cómo hacer que tu entrevista de trabajo sea un éxito: checklist para no olvidar nada

Cómo hacer que tu entrevista de trabajo sea un éxito: checklist para no olvidar nada

Te has presentado a un anuncio de trabajo, o de forma espontánea a una empresa con la que sueñas y – ¡buenas noticias! – ¿tu solicitud ha sido aceptada? En primer lugar, ¡felicidades! Tu CV y carta de presentación han dado en el clavo y han causado una buena primera impresión a tu posible futuro empleador. Ya has puesto un pie en la empresa y ahora es el momento de poner el segundo. El siguiente paso: la entrevista de trabajo -sin duda virtual en este periodo de crisis sanitaria- con un reclutador. Entonces, ¿cómo abordar este momento crucial? Detallamos los puntos esenciales desde la preparación hasta la post entrevista, como una lista de la compra, para no olvidar nada.

  1. Preparación antes de la entrevista

Tener éxito en tu entrevista sin haberla preparado es un poco como la historia del estudiante de bachillerato que sacó 20 en filosofía “yendo a por todas”: no es audacia, ¡es sólo una leyenda urbana! Chloé, fundadora de Welkeys, y Sacha, fundador de OpeningStage, son unánimes en este punto: “Informarse sobre la empresa es esencial. “Así que no dudes en imprimir la descripción del trabajo y anotarla. Para estar bien preparado deberías:

  • Conocer el producto o servicio de la empresa. Puedes, por ejemplo, probar su aplicación móvil, registrarse en su sitio web o suscribirse a su boletín de noticias.
  • Conocer las ventajas comparativas de la empresa. ¿Es un líder del mercado? ¿Es por el contrario un nuevo jugador? Y si es así, ¿cómo podrás contribuir a que suba de categoría?
  • Observa la estrategia de comunicación de la empresa. ¿Tiene visibilidad en las redes sociales? ¿Has oído hablar de ello en los medios de comunicación especializados? Es una buena manera de familiarizarse con los valores de la empresa, la imagen que transmite y lo que tu percibes de ella. En particular, podrás decirle a tu reclutador a través de qué canal lo descubriste, siempre es gratificante para una empresa asegurarse de que su comunicación sea buena.
  • Identifica las misiones relevantes para el puesto al que te diriges y encuentra, para cada una de ellas, un argumento que se corresponda con las cualidades, habilidades de las que estás dotado. “Es esencial hacer entender a tu entrevistador que tu trayectoria profesional ha sido diseñada para este puesto, destacando tus experiencias en relación con las misiones propuestas”, asegura Chloe, fundadora de Welkeys.
  • Ponte en contacto con los empleados (actuales o antiguos) para hacer preguntas sobre la cultura de la empresa. Pero ten cuidado, te aconsejamos que te pongas en contacto con alguien con un perfil similar al tuyo.
  1. Ultimar los detalles prácticos, unas horas antes

Esta fase es importante porque se refiere a todos esos pequeños detalles prácticos que pueden estresarte si los descuidas. ¿Quién no se ha encontrado nunca frente a la puerta del edificio sin conocer el código de entrada y sin poder contactar con el reclutador? ¿Quién no se ha sentado nunca frente al entrevistador sin saber su nombre? De ahí la importancia de encontrar la información adecuada. Estos son los pasos clave:

  • Identifica a tu entrevistador. Parece una obviedad, pero es esencial saber con quién estás hablando antes de empezar una entrevista. Introduce el nombre de tu reclutador en el buscador y vea su perfil de LinkedIn. Conocerás de antemano la trayectoria del reclutador, su formación y las diferentes empresas para las que has trabajado. Puede que incluso descubras que tenéis algo en común que funcione durante la entrevista. ¿Quizás fueron a la misma escuela? ¿Creció en la misma zona? Durante la entrevista, sacar este tema puede crear una buena química que te favorezca.
  • Mira los CV o los perfiles de LinkedIn de personas que desempeñan el trabajo que solicitas en la empresa (o en un sector similar). Esto te permitirá dar más peso a la experiencia pasada y a la formación que identifiques como relevante para el puesto.
  • Explora el lugar de la entrevista. Planifica la ruta y mira el mapa de acceso (y el código, ¡no olvides el código!).
  • Lleva un cuaderno y un bolígrafo
  1. Durante la entrevista

Ahora has encontrado el punto de encuentro o simplemente estás conectado al enlace de zoom: en ambos casos, ahora estás esperando que llegue el reclutador. Puedes:

  • Anota mentalmente “EPS” en un rincón de tu cabeza para Escuchar, Postura y Sonrisa. “Necesito ver que la persona que tengo delante está animada, sonríe y quiere estar aquí”, explica Sacha, fundador de OpeningStage. Una persona que no se mantiene erguida o está encorvada es eliminatoria. “Además, la postura y el lenguaje corporal de tu interlocutor te darán la oportunidad de descifrar el camino de su pensamiento. Si quieres saber más, hay una ciencia interesada en el tema: la sinergología.
  • ¡Toma nota! Esto te dará algunas pistas para hacer preguntas al final de la entrevista. Además, envía una fuerte señal a tu entrevistador: estás atento a lo que dice, sabes ser crítico y curioso. De esta manera, ya no se puede cuestionar tu inversión e interés en el puesto a cubrir.
  • Cuestiona al reclutador en base a tu intercambio y a tus conocimientos sobre la empresa. Por ejemplo, puede sondearle sobre los valores de la empresa, sus objetivos anuales, las principales misiones relacionadas con el puesto a cubrir o el número de empleados con los que debe trabajar.
  • Aclara con tu entrevistador los siguientes pasos. No abandones la reunión con un tosco “hasta pronto”. Conozca el resto del proceso de contratación. Es posible que se te pida que realice un caso práctico en un plazo determinado o que esté disponible para una segunda entrevista con un directivo de la empresa que quiera conocerle.
  1. Después de la entrevista

“Es hora de tomarse un respiro. Acabas de dar cuenta de tu vida durante media hora a un virtual desconocido, así que puede ser un ejercicio agotador. Pero no te detengas ahí:

  • Enviar un correo electrónico agradeciendo su tiempo y dando una breve autosíntesis de la entrevista. Dejar pasar dos o tres días antes de lanzarse, demostrará que no quiere ser olvidado y que se ha tomado el tiempo necesario para dar un paso atrás. Reitere tu interés por el puesto y deja la puerta abierta a nuevas conversaciones. No olvides que el correo electrónico de agradecimiento es también una gran oportunidad para rectificar algún punto que hayas pasado por alto u olvidado durante la entrevista.
  • Si el reclutador le pide que entregue “una devolución”, anota la fecha de entrega y guarda cuidadosamente tus notas de la entrevista.
  1. Los errores más comunes que no debes hacer

Si has seguido estas pocas instrucciones, deberías tener unos cuantos puntos en el bolsillo. Por otro lado, he aquí algunas actitudes que ofenden la sensibilidad de los reclutadores:

  • Venir vestido de cualquier manera. Incluso en una empresa de nueva creación, es importante, especialmente para algunos trabajos de cara al cliente, estar bien vestido y limpio. Y, en cualquier caso, mientras no conozcas la empresa todavía, evita correr demasiados riesgos.
  • Decir que “lo has hecho todo”, “lo has visto todo” o lanzar un gran monólogo. Esto puede molestar a tu entrevistador, sobre todo si estás al principio de tu carrera profesional. Sé humilde al demostrar tus cualidades.
  • Excederse en el tiempo. Durante la primera entrevista, a menudo los candidatos me decían que no estaban “fijados” en un puesto específico, ciertamente para maximizar sus posibilidades de coincidir con un puesto abierto en la empresa. Pero esto no es necesariamente bien percibido. Como reclutador, buscas personas que sepan lo que quieren hacer, por qué quieren hacerlo y que tengan una buena idea de lo que les gustaría lograr en los meses y años venideros. Lo mejor es tener confianza.
  • Hablar de salario demasiado pronto. La cuestión del salario es crucial. Pero no dejes a tu reclutador con la impresión de que es lo único que te interesa. Así que resiste el impulso de sacar el tema en tu primera pregunta, ya llegará el momento de ponerlo sobre la mesa.
  • Hablar un poco de más o hablar de temas no relacionadas con el trabajo: detallar tu trayectoria profesional, estudios, aficiones, ambiciones, está bien, pero tampoco acapares la palabra, la entrevista es un momento de intercambio, mantén este hilo. También debes estar interesado en la persona con la que hablas y en la empresa a la que te diriges, de lo contrario, ¿cómo puedes estar seguro de que podrías florecer allí?

 

Fuente: Welcome to the Jungle

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