Los impuestos a las empresas caen a niveles de 2008

Los impuestos a las empresas caen a niveles de 2008

La presión fiscal sobre las empresas en Bélgica ha pasado en un año de 57,7% a 55,4%, según un informe de PwC, gracias principalmente a la reforma fiscal. Aun así, en la clasificación mundial de PwC, Bélgica continua en el top 3 de países con mayor carga fiscal sobre las empresas, por detrás de Francia e Italia. El informe recomienda apostar por la investigación y el desarrollo con el fin de ampliar la base impositiva.

La reforma fiscal empieza a dar sus frutos, según indica el informe anual “Paying Taxes” de PwC. La consultoría ha medido la presión fiscal y parafiscal que se aplicaba a las empresas belgas en 2018 y lo ha comparado con otros países de la Unión Europea y la OCDE. El resultado es que, en un año, la presión fiscal ha pasado de un 57,7% en 2017 a un 55,4% en 2018.

Concretamente, esto quiere decir que de cada 100 euros de beneficio, 55,4 euros van directamente a las arcas del Estado, en forma de cotizaciones sociales e impuestos. Esta bajada en un año es la más notable desde 2004. Se ha regresado a niveles de 2008, justo antes de la crisis financiera. Esta disminución forma parte de una tendencia en curso desde hace ya varios años. Desde 2004, Bélgica ha conseguido reducir la carga fiscal de las empresas de un 60,1% a un 55,4% en 2018. Esta reforma fiscal, iniciada en 2017, ha llevado a una reducción de los impuestos sobre el trabajo (cotizaciones patronales a la seguridad social) y de las tasas sobre las empresas (de un 33,99% en 2017 a un 29,58% en 2018).

No obstante, Bélgica continúa en el top 3 de países donde las empresas son más gravadas (entre los 190 países estudiados). Solo Francia (60,7%) e Italia (59,1%) presentan una fiscalidad más alta. “A largo plazo, Bélgica debería procurar alcanzar una presión fiscal acorde a la media europea, un 38,9%”, estima Patrick Boone, director asociado de servicios fiscales y legales en PwC Bélgica. La idea no es, según él, lanzarse a una reducción al mínimo. “No es el objetivo y no sería compatible con la sostenibilidad de nuestro modelo social”. Por otra parte, nos advierte frente al obstáculo que supone una fiscalidad y parafiscalidad tan elevada como la belga. “Una clasificación tal mala hace que sea difícil atraer empresas a este país y, por lo tanto, ampliar la base fiscal, lo cual es necesario para mantener nuestro modelo social”

Si la presión fiscal es un problema para los inversores extranjeros interesados en Bélgica, los incentivos fiscales para las empresas con personal altamente cualificado que ocupan puestos en I+D puede ser una buena solución para esta cuestión, opinan en PwC. Bélgica ya ha acordado ciertas desgravaciones fiscales para I+D a través de exenciones y créditos fiscales. La importancia de estos incentivos fiscales que apoyan la I+D ha aumentado constantemente de 2000 a 2018. Al mismo tiempo, la tendencia de innovación y automatización hace que el coste de la mano de obra, que durante mucho tiempo ha sido un obstáculo en Bélgica, sea menos relevante en comparación con los países con salarios bajos. “Si logramos combinar este desarrollo con un refuerzo general de las competencias en nuestro mercado laboral, tenemos una potencial fórmula para el éxito”, dice Patrick Boone.

Según él, Bélgica tiene la posibilidad de ser un actor importante en la cuarta revolución industrial, “atrayendo inversiones adicionales y creando empleos en sectores como la inteligencia artificial, la robótica, el Internet de las cosas (IoT) y realidad virtual”. Para hacer esto, debemos centrarnos en las prioridades correctas: “Mantener un ecosistema propicio para las actividades de I+D, con el fin de ampliar la base impositiva de nuestro país y garantizar que nuestro sistema educativo produzca los perfiles que nuestras empresas necesitan para prosperar”. Por supuesto, esto requiere que la política se mueva un poco. Para Patrick Boone, “es esencial que se implementen las reformas fiscales ya acordadas y que el actual punto muerto en la formación del gobierno federal se resuelva lo antes posible”.

Fuente: L’Echo

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