Repensar y diversificar: ¿la solución para “absorber la crisis”?

Repensar y diversificar: ¿la solución para “absorber la crisis”?

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¿Y si la crisis de Covid-19 fue algo bueno? Delaware, una empresa especializada en soluciones tecnológicas para la gestión de empresas, no experimentó descensos en su actividad de la misma manera que otras empresas. Pueden estar orgullosos de haber sido capaces de mantener el 70% de sus proyectos e incluso de haber tenido que acelerar algunos de ellos. Pero, ¿a qué se debe esta peculiaridad?

Delaware es una de esas empresas en las que el impacto económico del Covid-19 ha sido moderado. De hecho, no se ha visto obligada a cesar su actividad, “gracias a un análisis exhaustivo y a la preparación del comité de gestión”, confirma Patrick Andersen, director general. La compañía se ha mantenido estable. En el momento de escribir este artículo, casi el 70% de sus proyectos se habían mantenido o acelerado. “Esta proporción nos ha permitido gestionar la crisis con mayor facilidad”, añade Michael Penninckx, un socio de Delaware responsable, entre otras cosas, de la implementación de soluciones empresariales para gestionar el capital humano en las empresas.

La amplia cobertura de sus ofertas es una de las razones por las que Delaware pudo mantenerse a flote durante la crisis. “Somos afortunados porque no todas nuestras ofertas se han visto afectadas de la misma manera”, dice el socio de Delaware. Por ejemplo, los proyectos de planificación de recursos empresariales (ERP) – paquetes de software que ayudan a gestionar empresas, en particular desde el punto de vista financiero, logístico y de producción – se vieron más afectados porque estaban fuertemente vinculados a la propia herramienta. En cambio, los proyectos de gestión del capital humano y los que giran en torno a la data continuaron, ya sea de manera más ligera o acelerada. “De hecho, los clientes se dieron cuenta de que este era el momento ideal para tratar temas que a menudo eran difíciles de tratar en el día a día de una empresa en pleno funcionamiento”.

Está claro que Delaware experimentó la crisis de una manera diferente. Sin embargo, la crisis la afectó. “Tuvimos que introducir el desempleo temporal”, explica Patrick Andersen. El 10% del tiempo de trabajo de los empleados fue interrumpido, es decir, un día de cada cinco. “Se aplicó el desempleo temporal para compensar las pérdidas, lo que también nos ayudó a reducir el impacto social”, explica Michael Penninckx. “Gracias a la ligera aplicación de esta medida, hemos podido mantener la confianza de nuestros clientes, demostrando al mismo tiempo nuestra capacidad para responder a sus necesidades generadas por la crisis”.

Reinventarte

Además, la estabilidad de Delaware frente a la situación se explica por su constante deseo de reinventarse a sí mismo y su oferta de servicios actualizados. “Hay una expectativa detrás de esto, el cliente y los potenciales clientes son exigentes y los apoyaremos”, dice Patrick Andersen. Dos ofertas de Delaware, lanzadas hace unos meses, se anticiparon a las necesidades de la crisis: el lugar de trabajo digital y el comercio electrónico.

La primera oferta está dedicada a la digitalización del espacio de trabajo del empleado y ofrece soluciones adaptadas como el teletrabajo, la comunicación, la videoconferencia o las tecnologías de colaboración. En resumen, todas las herramientas necesarias para trabajar a distancia y en conjunto. “Hoy, con la crisis, hay una demanda muy fuerte en el mercado. Por eso hemos decidido hacer que nuestras ofertas se adapten mejor, sean más sencillas y se integren más rápidamente en la organización de las empresas”, explica Michael Penninckx.

En cuanto a la segunda oferta, “el sector del comercio electrónico está experimentando una nueva ola. La inversión en estas tecnologías ya no está en duda, se ha hecho evidente”, afirma Patrick Andersen. Para ello, es necesario abordar dos aspectos. En primer lugar, la experiencia online; el sitio debe ser una representación integral de la oferta de productos y servicios de una empresa, pero también debe ser intuitivo y hacerlo atractivo para que los consumidores quieran comprar. En segundo lugar, no hay que olvidar la importancia de una buena logística. “Podemos tener el mejor sitio web y una rica oferta, pero si los bienes y servicios no se entregan a tiempo, no tiene sentido”, dice el CEO.

Toda la organización de la empresa está siguiendo esta transformación. “Todas nuestras unidades de negocio ofrecen soluciones que se adaptan mejor a la situación actual”, dice uno de los socios de Delaware. Un proyecto en Delaware tarda unos 6 meses o más en venderse. Por lo tanto, el retraso es inevitable. ” El cambio de nuestra dinámica, por lo tanto, llevará algún tiempo para volver a la normalidad”, añade Michael Penninckx.

Como podemos ver, ante esta situación sin precedentes, es importante que Delaware sea capaz de reinventarse a todos los niveles. Esto también es cierto desde el punto de vista del marketing. “Por ejemplo, hemos lanzado innovadores seminarios web en los que el espectador se convierte en actor y decide sobre sus propias interacciones”, explica Stéphanie de Bock, portavoz de Delaware.

Además de la necesidad de reinventarse, Delaware se enfrenta a otros retos como el de tomarse un tiempo libre. “Estamos esperando a ver qué podemos y qué no podemos hacer este verano, en la incertidumbre de poder tomarnos unas vacaciones. Ciertamente complica nuestra organización, pero seguimos siendo positivos y continuamos haciendo que nuestros empleados estén satisfechos”, concluye Patrick Andersen.

 

FUENTE: References.LeSoir.be

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