Bruselas en bicicleta, de ciudadano a logista

Bruselas en bicicleta, de ciudadano a logista

OTO y BILMO entran en la escena ciclista de Bruselas. La primera imprime bicicletas plegables en 3D. La segunda desarrolla soluciones logísticas para bicicletas.

Un médico de cabecera crea una bicicleta plegable impresa en 3D

En un rincón del salón de Raphaël Panier, una impresora 3D crea meticulosamente un objeto cada vez más logrado. “Es una pieza que permite fijar el pedal”, explica. Esta pieza se colocará en los tubos de carbono que componen el cuadro de la bicicleta que este empresario autónomo desarrolla desde hace varios años en su piso de Marolles, en el corazón de Bruselas.

Admirador de la bicicleta plegable, que “tiene la ventaja de facilitar la multimodalidad, ofrece una gran flexibilidad y no se puede robar”, también ha detectado sus defectos: el peso, el precio, el mantenimiento, las ruedas pequeñas y la producción alejada del consumidor. “Me dije que era posible hacer un producto innovador”, para convencer a un público que no lo es. Y ello con un objetivo muy concreto: “tener un impacto positivo en su salud”, explica este hombre que, hasta obtener la financiación de BeCircular, trabajaba como médico de cabecera en el centro médico de Marolles.

Una bicicleta diseñada para mujeres

Como buen conocedor del sector, decidió dirigirse principalmente a los trabajadores de la sanidad y la educación, sensibles a cuestiones sanitarias y medioambientales. Sectores en los que “las mujeres están sobrerrepresentadas”, afirma. “En Bruselas, hay el doble de ciclistas hombres que mujeres. En cambio, hay tantas mujeres como hombres que montan en bicicleta plegable”, explica el Sr. Panier.

Para estar seguro de satisfacer sus necesidades, Raphaël Panier consultó a varias asociaciones de ciclistas feministas. “Quieren una bicicleta que requiera poco mantenimiento, estable, segura, cómoda y ligera”, afirma. Así, combinó las ventajas de los distintos modelos existentes en el mercado: la bicicleta OTO tiene ruedas grandes, para mayor estabilidad y seguridad; es ligera y se pliega fácilmente; con sus neumáticos sin cámara de aire, su sistema de pedaleo hacia atrás y su correa, requiere poco mantenimiento.

Dos ruedas circulares

“Como no hay fábrica en Europa, los tubos de carbono proceden de Asia”. Pero con su producción basada en impresoras 3D, OTO desplaza la producción a Bruselas, más cerca de los consumidores. Esto no sólo tiene la ventaja de eliminar el impacto medioambiental “ligado al transporte y al embalaje”, sino también de adaptar la producción a la demanda.

Para prolongar el ciclo de vida de sus bicicletas, su diseñador ofrece también un sistema de venta de segunda mano. El sistema de leasing, adaptado a un público de “rentas bajas”, que está exento de impuestos, debería permitir a OTO ser rentable. Al final del leasing, la bicicleta puede comprarse. Si no, entra en el circuito de venta de segunda mano.

Una vez certificadas para la venta, estas bicicletas estarán “destinadas a un uso urbano, para ciudades en transición en las que las infraestructuras para los ciclistas mejoran, pero aún no son óptimas”. Raphaël Panier pretende multiplicar los pequeños talleres que funcionarían en un corto plazo en Bruselas, Mons, Lieja y Charleroi.

Remolques para facilitar la logística de las bicicletas

Desde hace varios años, la capital revisa la ordenación de su territorio al mismo tiempo que su plan de movilidad, reestructurando los barrios, tanto en términos de contaminación acústica como de densidad de tráfico. “La ciudad está cambiando, afirman Jean-Baptiste Goetgheluck y Pierre Stevens, cofundadores de BILMO. Zonas de bajas emisiones, peatonalización, el plan Good Move…”.

Si bien es innegable que estos cambios han alegrado a residentes y ciclistas, han suscitado protestas, sobre todo entre los que “se dedican a la logística urbana”, todo ello en un contexto de aumento de las entregas, ligado al desarrollo del comercio electrónico. “En 2035, el centro de la ciudad ya no será accesible a los motores de combustión”, señalan. En este contexto, las empresas de reparto deberán adaptar su flota de vehículos. Sin embargo, la furgoneta eléctrica no está adaptada a la ciudad: es pesada, cara y no es una solución para el tráfico.

Una alternativa para el último kilómetro

Reorientando su actividad de lo hecho a medida a lo universal y modular, los dos diseñadores industriales han desarrollado una solución que podría satisfacer las necesidades de los responsables de logística de Bruselas: remolques para bicicletas que pueden transportar hasta 200 kg de carga. “El remolque grande es comparable a un transpaleta “, explica Pierre Stevens. El pequeño puede transportar hasta 60 kg. “Estos pueden combinarse con una bicicleta de carga”, explica Pierre Stevens.

Ambos han sido diseñados para ser “ágiles en el tráfico” y adaptarse a las infraestructuras ciclistas y a la anchura de las puertas. Al separarse del tubo del sillín, pueden manejarse como un “carrito de mano”. Esto resulta útil para descargar mercancías en interiores.

“La principal motivación de los clientes es la flexibilidad que ofrece la bicicleta: sin atascos, sin aparcamiento, acceso a la zona peatonal en cualquier momento…”, relatan los dos diseñadores industriales. Entre los primeros clientes, la comuna de Jette utilizará pronto los pequeños remolques para el mantenimiento de sus carreteras; Vivaqua ha hecho la misma elección para el mantenimiento de las bocas de incendios; la brigada canina de la policía de Uccle también ha mostrado un marcado interés por el transporte de sus perros. “Hemos pensado en un remolque lo más universal posible. Es posible colocar módulos específicos en los modelos estándar para responder a las necesidades de la actividad de que se trate”, explica Jean-Baptiste Goetgheluck.

Los remolques, en su versión definitiva, estarán a la venta el próximo verano.

Un pacto por la logística “verde”

La Región de Bruselas, a través de Bruselas Movilidad y Bruselas Medio Ambiente, hace un llamamiento a las organizaciones activas en el transporte de mercancías en Bruselas para que se adhieran a su “Pacto Verde por una logística de bajas emisiones”. El objetivo es reunir a los agentes de la logística – transportistas, proveedores, receptores – para acelerar la transición hacia una logística de bajas emisiones en la región de la capital. “Esto permite el intercambio de buenas prácticas, la aparición de ideas y asociaciones, y la transmisión de las necesidades de los agentes del sector a las autoridades”, comenta Jean-Baptiste Goetgheluck, cofundador de Bilmo.

Fuente: LaLibre.be

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