El número de cerveceras belgas desciende por primera vez en 20 años

El número de cerveceras belgas desciende por primera vez en 20 años

El número de cerveceras en Bélgica ha descendido por primera vez en dos décadas, según revelan nuevas cifras.

La Federación Belga de Cerveceros registró 417 empresas en activo a finales de 2023, 13 menos que en 2022, siendo las más afectadas las pequeñas.

Según la federación, esto era en parte previsible, dada la fuerte subida de los precios de la energía y las materias primas experimentada el año pasado, así como el aumento de los costes de las botellas.

Hace unos 20 años, sólo había un centenar de cerveceras en Bélgica, hasta que el auge de las microcervecerías cambió el panorama.

El impacto de la pandemia de Covid-19 y la guerra de Ucrania, que disparó los costes de los cereales, frenaron el aumento, pero poco después los pequeños productores empezaron a ponerse en marcha de nuevo.

Cedric Jamar, sumiller de cerveza de la empresa de formación y consultoría Agalmalt, afirma que el sector no es víctima de su éxito. ‘’No hay demasiadas microcervecerías en Bélgica. Pero la zona es complicada por varias razones”, afirma, citando como factores clave la competencia con los grandes productores y el impacto de los costes de las materias primas y la energía.

El enfoque de las grandes cerveceras y las microcerveceras también es diferente, añadió Jamar. “Hay defensores de la diversidad cultural y gustativa, por un lado, y productores de dinero, por otro”, afirmó.

Rémi Paquin, coordinador de la cooperativa cervecera CoHop, que agrupa a cuatro pequeñas empresas cerveceras, afirmó que el crecimiento de las microcervecerías se debe a que “hay una demanda, un cambio en los patrones de consumo de la gente que quiere productos locales y artesanales”.

Pero añade: “Ha habido quizá demasiadas de golpe. Y las cerveceras industriales siguen ocupando mucho espacio. Quizá todavía no haya sitio para todos, pero podemos esperar que llegue”.

Para Krishan Maudgal, director de la Federación Belga de Cerveceros, otra razón es simplemente que el consumo de cerveza belga ha disminuido con los años. “En cierto modo, el sector está un poco saturado, lo que evidentemente no es fácil para las pequeñas estructuras”, afirma.

Una forma de ayudar al sector es formar grupos que persigan la búsqueda de sabores especiales y métodos artesanales. “Hemos creado un modelo de negocio innovador y solidario”, explica Requin, de CoHop.

“Las cerveceras vienen a utilizar el material por turnos y pagan una especie de alquiler a la cooperativa. Por tanto, cuantos más vengan y elaboren cerveza, más pagarán y los que produzcan menos y no lo hagan tan bien, pagarán menos. Esto permite el equilibrio y la solidaridad”.

Uno de los miembros de CoHop, Thomas Detourbe, fundador de la cervecería Witloof, dijo que sin la cooperativa ya no estaría en el negocio. “No me habría atrevido a lanzar una microcervecería por mi cuenta. No habría sobrevivido”, afirmó.

“Todos los días no son fáciles. Pero nos reagrupamos, discutimos los problemas juntos y eso ayuda”.

Incluso los cerveceros que decidieron emprender solos y finalmente fracasaron dijeron que la experiencia fue positiva.

Por ejemplo, el cervecero independiente Sébastien se lanzó en 2022 a crear unos 1.500 litros de “Vive”, que se vendían sobre todo en los teatros. Pero se desencantó con la cantidad de tareas que había que gestionar y la dificultad para competir en un mercado tan saturado.

“Me di cuenta muy pronto de que nunca sería capaz de vender suficiente cerveza para reinvertir y relanzar la producción”, explica a RTBF.

Normalmente las cervecerías trabajan con mayoristas que venderán tu producto, afirma. Pero para que te aceptaran tenías que hacerte un nombre. “Esto supuso una gran inversión de tiempo y una importante labor de prospección”, añadió.

Al final, Sébastien dijo que si hubiera vendido más cerveza habría continuado, pero la inversión en tiempo y dinero no habría merecido la pena. Pero aun así disfrutó de la aventura, que demuestra lo populares que siguen siendo las cervecerías y la cerveza en Bélgica, a pesar de las dificultades.

Fuente: The Brussels Times

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