Todos los comercios deberán permitir el pago electrónico antes del 1 de julio 2022
Todos los establecimientos comerciales de Bélgica deberán permitir el pago electrónico antes del 1 de julio de 2022, como parte del plan de acción contra el fraude introducido por el Gobierno en la primavera de este año.
Aunque la propuesta del ministro de Economía, Vincent Van Peteghem, se ha plasmado en una ley, no lo ha hecho un paquete de ayudas fiscales para el comercio minorista, informa De Tijd.
Los pagos en efectivo no están prohibidos, pero los clientes deben poder pagar siempre de forma digital. Los comercios deben ofrecer al menos una forma de pago digital, pero pueden elegir cuál, es decir, no es necesario que sea una tarjeta bancaria, sino que puede ser una aplicación de pago como Payconiq.
El ministro Van Peteghem ya dispuso una ayuda financiera para los comercios durante la pandemia de Covid-19, en parte para ayudarles a adquirir los equipos necesarios para permitir los pagos electrónicos.
Uno de los motivos del cambio a los pagos electrónicos durante la pandemia fue frenar la propagación del virus al eliminar la necesidad de que los clientes y los cajeros intercambiaran dinero físico. Sin embargo, aunque no se conoce el número exacto, muchos comercios de Bélgica siguen aceptando únicamente el pago en efectivo, lo que, según Van Peteghem, hace que algunos sectores sean más susceptibles de fraude.
Hace seis años los pagos electrónicos se hicieron obligatorios en el sector de la hostelería. Como resultado, los ingresos declarados de esos negocios aumentaron considerablemente, junto con sus contribuciones fiscales. En el caso de los restaurantes, sobre todo los situados en zonas turísticas, operar sólo en efectivo les permite declarar menos ingresos y, por tanto, pagar menos impuestos, ya que no hay ningún registro electrónico que pueda rebatir sus ingresos declarados.
Van Peteghem quería dar apoyo financiero a las pequeñas empresas y otras profesiones que realizan muchas transacciones pequeñas para que hagan el cambio (ya que los comerciantes suelen pagar una tasa por transacción cuando se utiliza un pago electrónico). Por ello, propuso una reducción del 120% de los costes de alquiler y transacción de un terminal, pero los 14 millones de euros que pidió para financiarlo no fueron aprobados por el gabinete por dos motivos. En primer lugar, porque la factura no se presentó a tiempo para el presupuesto y, en segundo lugar, porque algunos miembros del Gobierno pensaron que esa medida sería injusta para los comerciantes que llevan años aceptando pagos electrónicos.
El Gobierno también continúa discutiendo el perímetro de la tasa de vuelo y el grupo destinatario de una reducción fiscal para los trabajadores.
FUENTE: The Brussels Times
