4 razones para ser eco-responsable y 7 consejos para hacerlo
Aunque hemos encontrado agua en Marte, no hay (hasta ahora) ningún Planeta B en el que podamos movernos después de haber agotado nuestra Tierra. Así que esta es una gran oportunidad para darse cuenta de que cada pequeña conciencia individual cuenta y puede marcar la diferencia… En Bélgica, no hay cifras concretas sobre el número de empresas comprometidas con la “eco-responsabilidad”. Pero, según los especialistas, una buena mitad de las empresas belgas han tomado la vía sostenible de una u otra forma. Esta acción, con un impacto positivo, no tiene por qué ser complicada.
¿Aún no se ha atrevido a dar el paso de convertirse en una empresa eco-responsable?
Es posible que sus competidores ya lo hayan hecho. Y tal vez incluso hace mucho tiempo. No importa. Nunca es demasiado tarde para empezar. Hay muchas razones para tomar esta decisión.
La primera es, por supuesto, la imagen. Los consumidores están hoy en día muy atentos a los productos que compran y es más probable que compren sus productos o servicios si saben que su empresa se preocupa por su impacto en el medio ambiente.
La segunda es que la aplicación de acciones ecológicas concretas (reciclaje, gestión del consumo energético, etc.) permitirá ahorrar dinero a medio plazo.
La tercera es que el desarrollo sostenible y los enfoques que buscan optimizar el uso de la energía y reducir el impacto ambiental son ahora criterios importantes en la evaluación y calificación de las empresas. Muchos inversores, como el banco HSBC, por ejemplo, ahora sólo financian proyectos con un rigor medioambiental demostrado.
Por último, otra buena razón para volverse ecológico es que muchos futuros empleados son más propensos a trabajar en empresas con una sólida reputación medioambiental. En otras palabras: para ser un imán de nuevos talentos, hay que ser verde.
¿Cómo se puede ser eco-responsable?
Hay muchas maneras de ser eco-responsable. No hace falta mucha inversión ni mucho esfuerzo. Pequeñas cosas concretas pueden cambiar rápida y radicalmente el impacto “verde” de una empresa. Estos son algunos gestos que se pueden hacer con pocos recursos:
- Utilizar menos papel y tinta. Todos hemos impreso grandes documentos o correos electrónicos que no hemos utilizado. Es un desperdicio de dinero.
- Reciclar. Esto significa separar los residuos de papel, los residuos orgánicos, los residuos de plástico y los residuos no reciclables.
- Aprender a utilizar el agua correctamente. En las empresas, por ejemplo, los grifos pueden estar dotados de sensores que sólo permiten el paso del agua cuando la persona está presente.
- Utilizar materiales reciclados.
- El uso de luces. A veces, por la noche, vemos que se dejan los escritorios encendidos. Hay sensores que lo impiden. Incluso hay relojes para fijar las horas en que las luces se apagan automáticamente.
- Utiliza energía limpia (paneles solares, viento, biogás o energía geotérmica).
- En cuanto a la movilidad, también hay muchas oportunidades de ser ecológico en la empresa. Se puede introducir jornadas de teletrabajo que no sólo ahorrarán tiempo en términos de desplazamientos, sino que también reducirán el impacto ecológico.
- Limpie el aire con plantas verdes que absorben ciertas sustancias nocivas para la salud (por ejemplo, el benceno y el tricloroetileno).
Un incentivo que se fomenta fiscalmente
Algunos lo definen como un cheque para la compra de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente que una empresa entrega a su empleador. Pero más allá de la gran ventaja fiscal, el eco-cheque es sobre todo la forma más concreta de concienciar a la gente de que todo el mundo puede aprender a ser eco-responsable.
Ser eco-responsable, es una oportunidad para adaptar ligeramente su patrón de consumo. El eco-cheque permite darse cuenta de que la forma de consumir puede tener un impacto. Sobre las opciones de movilidad, sobre las actividades de ocio sostenibles, sobre la reutilización, sobre el reciclaje, sobre la prevención de residuos o sobre la compra de productos locales y circuitos cortos. También es una oportunidad para darse cuenta de que cada pequeña conciencia individual cuenta y puede marcar la diferencia.
Fuente: Edenred
