El futuro necesita asumir riesgos y emprendedores

El futuro necesita asumir riesgos y emprendedores

Según una encuesta de Luxembourg Stratégie, los luxemburgueses esperan un futuro basado en la biorregionalidad y la circularidad, y creen que los ingenieros serán clave para el bienestar económico del país. Delano habló con Pascale Junker, directora de Stratégie, sobre los resultados de la encuesta.

Los resultados de la encuesta Eco2050, en la que se pedía a los participantes que compartieran sus opiniones sobre el estado económico potencial del país y los retos y oportunidades a los que podría enfrentarse, fueron revelados el 17 de enero por Luxembourg Stratégie, la dirección del Ministerio de Economía.

La encuesta había presentado tres escenarios: la senda del “sonámbulo socioeconómico” (en la que el país no cambia su trayectoria), la senda de la sostenibilidad (“circularidad bio-regional”) y la senda de las infraestructuras grises y la digitalización (“optimismo tecno-digital”).

En el primer y el último escenario se produjo un fuerte crecimiento de la población, lo que agravó los problemas de desigualdad social, cambio climático e inestabilidad de los mercados laboral y de la vivienda. Sin embargo, “ninguno de los tres escenarios es fácil”, señala Pascale Junker, directora de Luxembourg Stratégie en una entrevista con Delano. “Hay un compromiso en cada uno de ellos”.

Se entremezclan la esperanza y el pesimismo

Aunque muchos lo consideraban poco realista y sólo el 14% pensaba que el país estaba bien equipado para seguir ese camino, la gran mayoría (71%) consideraba el escenario de la biocircularidad como el más deseable y respetuoso con los límites biofísicos (86% de los participantes) y las necesidades sociales (70%) del país.

Junker subraya que, aunque pareciera algo utópico, este escenario también exigía ciertos sacrificios. “La contrapartida en el segundo escenario podría ser menos pensiones y salarios elevados, menos vuelos de larga distancia y más sobriedad. Pero a cambio de esto, podríamos beneficiarnos de una mejor salud y medio ambiente, de un trabajo quizá más satisfactorio, quizá incluso de una forma más rápida y segura de mitigar el cambio climático.”

Por el contrario, el 30% piensa que Luxemburgo se encamina hacia el escenario del sonámbulo y el 30% opina que el optimismo tecno-digital dictará el futuro del país. El 19% estaba a favor de que se produjera este último. Una cuarta parte de los participantes cree que el país no está preparado para ninguno de los tres escenarios.

Ingenieros antes que empresarios

A la pregunta de qué empleos serán beneficiosos en el futuro, los ingenieros y los informáticos fueron aclamados como esenciales, seguidos de los profesionales de la salud y los artesanos. Una sorpresa para la dirección fue ver que empresarios, políticos y economistas bajaban en la lista de prioridades.

Aunque los ingenieros serán necesarios para diseñar las futuras infraestructuras, el futuro exigirá que las personas “asuman más riesgos en lugar de menos”, afirmó Junker. “Debemos asumir responsabilidades, desarrollar competencias, tomar decisiones, construir sustancia. Necesitamos emprendedores“.

También resultó interesante el hecho de que abandonar el país, cambiar los hábitos de consumo y colocar inversiones se consideraran simultáneamente las mejores soluciones ante las posibles amenazas futuras, pero también las mejores oportunidades, aunque Junker subrayó que la muestra de participantes no es representativa de toda la población.

Captar el interés de los jóvenes

Alrededor de 650 personas acabaron participando en la encuesta anónima, la mayoría residentes en Luxemburgo. Aunque la Dirección se mostró satisfecha con el índice de participación, ya que la encuesta era voluntaria, Junker lamentó la falta de colaboradores más jóvenes. “No conseguimos movilizarlos”, dijo. “Ojalá los jóvenes se interesaran más por la economía y la energía, porque no se puede construir y dirigir una industria sin energía y materiales”.

A pesar de todo, “hay una gran riqueza en las respuestas del cuestionario, y llevará tiempo explotarla”, dijo Junker. El Ministerio de Economía está llevando a cabo actualmente dos ejercicios paralelos de planificación estratégica, que deberían dar como resultado una visión económica amplia y general para 2050, así como una “visión y hoja de ruta industrial específica y más operativa para 2040”.

El informe de la Dirección para definir los escenarios y una visión estratégica en la que inspirarse se presentará el 28 de marzo en Esch-Belval.

Fuente: Delano.lu

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