Qué actitudes evitar en una entrevista de trabajo
Durante una entrevista de trabajo, es esencial saber expresarse bien, pero eso no es todo. El reclutador también prestará atención a su postura y gestos. Ciertas actitudes pueden resultar irritantes y jugar en tu contra.
Los brazos cruzados
Sentarse con los brazos cruzados durante una entrevista es signo de introversión y protección. Demuestra que no estás abierto a la discusión, que estás a la defensiva.
La mirada perdida
Si te pasas el tiempo mirando a tus pies o a la pared, no estás enviando un mensaje positivo. En el mejor de los casos, parecerás una persona muy tímida. En el peor de los casos, parecerá que no quieres estar ahí. Por otro lado, mirar demasiado tampoco es lo ideal. Tenderá a invertir el equilibrio de poder, y te hará parecer alguien demasiado seguro de sí mismo.
La mano delante de la boca
Este gesto refleja una cierta contradicción. Para muchas personas, hablar con la mano delante de la boca significa que la persona está mintiendo u ocultando la verdad.
El rostro tenso
Fruncir el ceño y no sonreír: dará la impresión de no estar de acuerdo con el reclutador.
Los codos sobre la mesa
Eso tiene sentido. No pones los codos en la mesa durante una comida. Bueno, tampoco en una entrevista. No te pongas cómodo y no te metas en el espacio del reclutador.
Las manos en los bolsillos
Lo mismo ocurre con este gesto que fácilmente pasa por “no me importa”. Pon tus manos en sus muslos.
La posición
Ponte derecho, en el respaldo de la silla y mira directamente al reclutador. No cruces las piernas. Si te tiras en tu asiento, parecerás un candidato fácil.
Distraerse
Con cualquier cosa que puedas tener en tus manos. Jugar con el bolígrafo, tocarte el pelo todo el tiempo, mirar el teléfono, etc. Estos gestos delatan tu intranquilidad. Deja a cierta distancia todos los objetos que puedan distraerte.
Fuente: Le Soir