Las repercusiones económicas del coronavirus en Bélgica

Las repercusiones económicas del coronavirus en Bélgica

El impacto económico se ha sentido bajo diferentes formas en Bélgica. En primer lugar, para contener la propagación de la pandemia, se obligaron a cerrar tiendas y negocios físicos, y se tomaron otras medidas de urgencia que afectaron drásticamente al comercio minorista, el ocio, el turismo, la hostelería, el transporte y los eventos. Además, los negocios no esenciales que no pudieron implementar el teletrabajo y las reglas de distanciamiento se vieron igualmente afectados. Asimismo, la caída de las ventas o el paro de estas debido a la falta de comercio electrónico pone en peligro a las empresas y a los trabajadores autónomos en particular a aquellos con una estructura pequeña y una tesorería insuficiente para hacer frente a una crisis persistente.

Disminución del ingreso de las empresas belgas

Según el último estudio del Grupo de Gestión de Riesgos Económicos (ERMG), las empresas belgas estiman que su facturación sigue estando un 17% por debajo de su nivel previo a la crisis, es decir, aproximadamente la mitad del impacto registrado durante las semanas de confinamiento. Se ha observado una notable mejora en relación con las semanas de confinamiento, en particular en el comercio minorista no alimentario, la construcción, los hoteles y restaurantes, el comercio mayorista, los servicios de apoyo y los bienes inmuebles, y la industria. Aunque la percepción del riesgo de quiebra ha mejorado, los problemas de liquidez y el grado de preocupación así como el impacto de la crisis en las empresas sigue siendo significativo. Además, las perspectivas de inversión y empleo siguen siendo desalentadoras.

Los datos provisionales sobre la facturación total de Bélgica basados en las declaraciones del IVA (Statbel, marzo 2020) indican una disminución del 30% a más del 60% durante el mismo período en 2019, siendo las agencias de viajes, los operadores turísticos, el alojamiento, la restauración, el transporte aéreo, la industria petrolera y el sector de la cultura los más afectados. Por otra parte, otros sectores experimentaron un fuerte aumento de las ventas, como la venta a distancia, el transporte ferroviario de mercancías, los servicios postales y los servicios de telecomunicaciones.

Interrupción del suministro

Además de la disminución de los gastos de consumo y de inversión (choque de la demanda), las empresas de diversos sectores se enfrentan a perturbaciones de la oferta (problemas de suministro, escasez de stocks, problemas de liquidez), según las encuestas realizadas por las federaciones sectoriales.

Comercio exterior

En lo que respecta al comercio exterior, el comercio directo de bienes y servicios entre las zonas contaminadas y Bélgica está bajo presión. El comercio exterior de Bélgica está orientado principalmente al comercio intra-UE, en particular con Alemania, Francia y los Países Bajos. Sin embargo, Italia, uno de los países europeos más afectados, es también un importante socio comercial.

La fuerte integración de la economía belga en las cadenas de valor mundiales también está provocando un efecto de cascada: cuando la expansión de la actividad económica se ralentiza en una parte del mundo, también se siente en este país, posiblemente a través de intermediarios. La demanda final francesa, por ejemplo, representa el 6,2% del valor añadido belga y la demanda alemana, el 5,6%.

Mercado de trabajo

En el mercado laboral, las empresas se enfrentan a varios retos en cuanto a la organización del trabajo. Por un lado, el teletrabajo desde casa se ha convertido en la norma, si es posible, y por otro lado, las empresas se enfrentan a la reducción de plantilla debido a la contaminación de su personal.

Las empresas belgas afectadas por el Covid-19 pueden, desde febrero, invocar el régimen de paro temporal. Según los datos de la previsión de la Oficina Nacional de Empleo (ONE) del 6 de julio, referente al mes de junio, 69.322 empleadores han presentado dicha solicitud, lo que equivale a un total de 489.208 trabajadores.

Recesión de la economía belga

Las cifras del Instituto de Cuentas Nacionales (ICN) del 29 de mayo, apuntan a una reducción del 3,6% del PIB en el primer trimestre de 2020 en comparación con el cuarto trimestre de 2019. En comparación con el primer trimestre de 2019, el PIB cayó un 2,5%. Las actividades más pronunciadas son la construcción (-5,1%), los servicios (-3,2%) y la industria (-2,7%).

Según el Business Cycle Monitor (junio de 2020) del Banco Nacional de Bélgica (NBB), se espera que el PIB se reduzca en un 16% en el segundo trimestre de 2020 en comparación con el trimestre anterior.

Además, las cifras del Presupuesto Económico (NAI, 5 de junio de 2020) indican que la economía belga está atravesando una profunda recesión en el primer semestre del año. El escenario prevé una fuerte recuperación en 2021 (+8,2%), impulsada también por las exportaciones netas, que sin embargo sólo compensan parcialmente la disminución en 2020 (-10,6%). Este escenario se basa en el supuesto de que la recuperación de la actividad en Bélgica y en el extranjero no se vea comprometida por las nuevas medidas de contención dictadas por un resurgimiento de la pandemia.

Previsiones de la Comisión Europea

Las previsiones de primavera de la Comisión Europea prevén una contracción del PIB belga del 7,2% este año, seguida de un aumento de la actividad económica del 6,7% el año próximo.

En sus recomendaciones específicas para cada país, la Comisión Europea subraya que la activación de la cláusula de derogación general permite una desviación temporal de las obligaciones presupuestarias con el fin de alcanzar el objetivo presupuestario a medio plazo. Esto proporcionará a las autoridades belgas el margen de maniobra necesario para luchar eficazmente contra la pandemia (en particular, reforzando la capacidad de recuperación del sistema de atención de la salud), estimular la economía y apoyar la recuperación. Con el fin de limitar los daños económicos y apoyar la recuperación, la Comisión Europea menciona que también se debería estimular el servicio de inversiones, poniendo en marcha proyectos de inversión exitosos (centrados en una transición digital y ecológica) y fomentando la inversión privada.

FUENTE: Economie.fgov.be

 

 

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